LECCION DE HISTORIA Y MEMORIA
El diario La Verdad publicó el pasado día 4 de enero esta noticia:
Abren el proceso para elevar a los altares a 59 mártires murcianos de la Guerra Civil
El obispo iniciará el día 20 los trámites para santificar a los fallecidos en persecuciones religiosas en el periodo comprendido entre 1936 y 1939
El obispo de la Diócesis de Cartagena, Juan Antonio Reig Pla, presidirá el próximo día 20 la solemne apertura del proceso de canonización de 59 murcianos que fueron asesinados en la Región durante la Guerra Civil. En la lista de mártires, que durante años ha sido perfilada, figuran párrocos, seminaristas, hermanos legos de la Luz y seglares. Otros muchos quedan fuera del proceso al existir dudas acerca de las causas de su muerte.El Obispado abre el proceso de canonización con un llamamiento a la colaboración ciudadana, «para aquellos que conozcan algo de la vida y la muerte de nuestros mártires». Para aportar cualquier dato deben dirigirse a la Delegación para las Causas de los Santos, en el Palacio Episcopal.Hasta ahora, según los testimonios de la época, los informes forenses y las descripciones de testigos presenciales, la mayoría de los mártires murieron por disparos de bala o apuñalamiento y, en muchos casos, fueron torturados antes de su muerte. Los expedientes de la época prueban que alguno de los asesinados fue enterrado vivo, a otros les arrancaron los ojos, les cortaron las orejas o los arrastraron por la ciudad, como sucedió con el párroco del Carmen, Sotero González Lerma, a quien también colgaron de la fachada del templo y prendieron fuego.Consulta a RomaEn el acto de apertura, que comenzará a las 12.00 horas en el Salón del Trono, se fijará la sede oficial del tribunal y el lugar para interrogar a los testigos y ejecutar las pruebas del proceso, cuya duración puede variar de unos meses a un año. El postulador es Francisco Arnaldos. El siguiente trámite será convocar las sesiones, que podrían celebrarse un día a la semana. Allí acudirán cuantos ciudadanos deseen aportar pruebas al proceso. El paso decisivo en el expediente sucederá al concluir las sesiones con los testigos. Se trata de la consulta a la Santa Sede sobre la conveniencia o no de continuar el proceso. Reig Pla preguntará al cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos si existe algún obstáculo para continuar la instrucción canónica. Entonces se revisará en los archivos Vaticanos toda la documentación existente y, si nada lo impide, el cardenal concederá el conocido Nihil Obstat (nada obstaculiza). El tribunal diocesano se formará con un juez delegado, un promotor de Justicia, un notario-actuario y sus correspondientes adjuntos. Sin connotación políticaPara alcanzar la dignidad de santo en la Iglesia Católica es menester recorrer dos caminos. Uno, la vía de las llamadas virtudes heróicas. Y el otro, la vía del martirio. En ambos se inicia el denominado proceso de canonización, que establece la duda procesal de si el candidato a santo ha vivido las virtudes cristianas en grado heroico o si ha sufrido martirio por causa de la fe. En este segundo caso, la Iglesia no exige milagro que apuntale la supuesta santidad.El delegado episcopal para las Causas de los Santos, Antonio García Valverde, ha enviado a las parroquias de la Región una circular donde anuncia el comienzo del proceso de canonización y solicita de los párrocos que comuniquen a ese organismo cuantos datos conozcan acerca de los asesinados.Entre la información que será útil para las sesiones figuran los datos sobre la vida y muerte de los mártires y el lugar donde están enterrados, la existencia de familiares o amigos que pueden ser testigos en el proceso o el descubrimiento de algún escrito sobre sus vidas y la forma en que murieron.Fuentes del Obispado descartan unir el proceso de canonización a un intento de recuperación de la memoria histórica y advierten de que «el trabajo para reunir la información ha costado años. Hay familias que llevan décadas pidiendo que se reconozcan las virtudes cristianas de estos mártires». Además, insisten en que «el proceso es canónico y en su desarrollo no se valoran ideas políticas de ninguna clase». Es más, añaden que si se prueba que alguno de los 59 murcianos murió por ellas y no por la fe quedaría excluido del proceso.
http://www.laverdad.es/murcia/prensa/20070104/murcia/abren-proceso-para-elevar_20070104.html
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